¿Quizás te interesa intercambiar mensajes de sexo para mantenerte conectado con tu pareja a distancia? ¿O estás intentando encontrar el ángulo de webcam más favorecedor para una primera cita? ¿Perfeccionar tu voz sensual para el sexo telefónico te hace sentir decididamente desmotivado? Créenos: no eres el único que experimenta una curva de aprendizaje incómoda en lo que respecta al cibersexo.
Este es el momento ideal para aprovechar el poder de la tecnología y llenar tu vida de energía erótica. Ya sea para encender la chispa con tu nuevo amor o avivar la llama con una pareja a distancia, vale la pena aprender a mantener la intimidad en el mundo digital.
Consentimiento Digital
Antes de entrar en los detalles del erotismo aumentado con código binario, conviene repetir la regla fundamental del sexo: el consentimiento importa. Siempre.
Al comunicarse por mensaje de texto o teléfono, puede ser difícil evaluar la energía de la otra persona. Estar separados por una pantalla puede eliminar muchas de las señales corporales de las que dependemos. Esto hace que sea más importante que nunca hablar directamente sobre sexo y placer. Usa todas tus palabras. ¡La ventaja es que puedes ser explícito!
Si en el pasado has tenido dificultades para hablar de fantasías o preferencias con tus parejas, puede que descubras que es más fácil compartir por escrito o incluso por teléfono. Escucha los límites y deseos de tu pareja y haz preguntas aclaratorias. Tómate tu tiempo, organiza tus ideas y sé honesto sobre lo que quieres.
La Revolución Sexual
El teléfono es una de esas piezas tecnológicas peculiares que ha evolucionado sustancialmente desde sus inicios con una sola función. Los smartphones plantean la pregunta: “¿Quién llama ahora, si puedes enviar mensajes?”. Pero la realidad es que tu teléfono es la puerta de entrada a todo tipo de conexiones sucias. Si las palabras son tu lenguaje del amor, el sexting puede ser una experiencia explosivamente excitante, mientras que las llamadas de voz tradicionales están teniendo su propio momento retro.
Los grandes escritores buscan “mostrar, no contar” la experiencia a su público. Con el sexo telefónico y el sexting ocurre lo contrario. Aquí, la narración lo es todo. No es momento de saltarse los detalles; describe cada detalle con glorioso detalle.
Si estás conectando con una nueva pareja sexual, aprovecha este momento para descubrir vuestra compatibilidad sexual y su atención como pareja. Si alguien está interesado en tus orgasmos a distancia, es muy probable que esté igual de interesado cuando finalmente acabéis en la misma cama.
Sigue mi voz
El sexo telefónico es el punto medio entre el sexting y el videochat. No estás escribiendo, ni mirando una pantalla, lo que significa que puedes cerrar los ojos y dejar volar tu imaginación al encuentro. Además, tendrás los dedos libres para otras tareas *ejem* más urgentes.
Una de las ventajas del sexo telefónico es que no estás frente a una cámara. No nos malinterpretes; ver el brillo en los ojos de tu pareja cuando está al borde del orgasmo es sublime. Pero estar frente a una pantalla te proporciona una sensación de autoconciencia que puede desaparecer cuando solo escuchas tu voz. Olvídate de la iluminación, los ángulos de la cámara o esa cara que pones seis segundos antes de correrte (aunque esa cara esté buenísima).
Aprovecha esta oportunidad para presentar tu colección de juguetes sexuales o conocer los accesorios favoritos de tu pareja. El Lelo Siri 2 es un vibrador fenomenal que responde a los sonidos ambientales de la habitación. Podría ser el sonido de la voz de tu pareja, una forma increíblemente excitante de provocarte. El Lelo también responde a la música, así que crea una lista de reproducción que te haga sentir sexy y ¡deja que el ritmo tome las riendas!
Sonríe, estás en la cámara
Ya sea por teléfono o webcam, la mayoría tenemos acceso a la tecnología necesaria para grabar o protagonizar un vídeo casero escandaloso. Consejo: haz una prueba de tecnología antes de programar una cita. Descubrir que el micrófono no funciona no es un buen juego previo. Piensa en lo que se ve en tu habitación, recoge todo lo que necesites con antelación para tenerlo a mano y cierra la puerta con llave. Nada mata las erecciones más rápido que descubrir que tienes límites terribles con tus compañeros de piso.
Nos gustan las fotos de pechos tanto como a cualquier otra lesbiana, pero conviene tener en cuenta que *todo* lo que envíes a tu pareja deja de estar bajo tu control una vez que pulsas enviar. Una foto NSFW puede quedarse en el disco duro durante años antes de volver a aparecer, así que piénsalo bien antes de hacer clic. Por supuesto, también muestra reciprocidad respetuosa con los mensajes sexuales que recibas. La confianza es esencial, y debes confiar en tus instintos por encima de todo.
Dejando de lado esos detalles, ¡a la cámara! Ver para creer (y para desear). Durante este tiempo de transición, te animamos a que te apoyes en el poder de pedir lo que deseas. ¿Cómo quieres que tu pareja se toque? Quizás una pregunta aún mejor sea: ¿cómo quiere que la toquen? Hay mucho que aprender al ver a alguien correrse. De igual manera, si alguna vez te has quedado sin palabras para describir tu propio camino hacia el placer, deja que tus dedos (o tu vibrador favorito) describan los movimientos y el ritmo exactos para tu pareja. Si no tienes un juguete que te provoque placer, nuestra lista de los más vendidos es un excelente punto de partida.
Dicen que la ausencia enamora, pero creemos que es lo que haces para mantenerte conectado mientras estás separado lo que realmente fortalece la tensión sexual. ¡Quédate en casa, conéctate y diviértete!